viernes, 12 de julio de 2019

XANADU

Este relato en un sueño contado me fue, y con una voz angelical se me relato, y como tal regalo con ustedes a compartirlo voy.

Esta es la historia de un hombre enigmático, que a una ciudad un día llego. Vestido de negro con un sombrero y una capa, y todo de color negro,asi iba vestido.
En su mano un bastón extraño, con un pomo coronado por un diamante, en su mano derecha portaba.
Al ver  la ciudad su decadencia, y abandono observo, y la miseria de sus habitantes le conmovió.
Con el bastón un amplio círculo en el aire trazo , y una especie de laminas transparentes la ciudad cubrió.
El hombre con bastón en mano, extrañas figuras en el aire trazó, y al fin cuando acabo, con su bastón las laminas golpeo, evaporándose en el aire, la ciudad descubierta quedó.
Ante sus ojos una maravilla apareció, la ciudad mas bella que unos ojos pueda contemplar, cubierta de un sol primaveral bañada estaba, lleno de gente contenta por sus calles paseaba, tranquilidad y felicidad en las caras de sus gentes se apreciaba.
Sus calles, con adoquines de caucho adoquinadas estaban, para que los carruajes al pasar ningún ruido pudieran producir.
Fastuosos edificios, avenidas amplias con arboles, jardines, estanques, la ciudad como una flor de primavera parecía, y en el centro una alta columna con una estatua rematada arriba, orgullosa en el centro se erigía.
En la base de la columna, "libertad, justicia, y felicidad,los principios de Xanadu, nuestros principios son.
La columna un ángel con alas, con porte sereno, en su mano derecha una espada flamígera portaba, como símbolo para la injusticia combatir, en su mano izquierda una balanza y ojos vendados como símbolo de la justicia, y a sus pies una paloma levantando el vuelo estaba, como símbolo de la libertad que representaba.
Los años pasando fueron, y con el nuestro enigmático personaje con ellos envejecía.
Los carros, por vehículos que flotaban sustituidos fueron, mas edificios, a cual mas bello  aparecieron, sin que lo mas viejos ni un ápice de su esplendor perdieran.
Nunca hubo ciudad con mas justicia, libertad y felicidad que en Xanadu, y la columna como testigo de todo ello, orgullosa seguía erigida como el primer día.
El consejo que la ciudad presidia a nuestro hombre un homenaje le quiso hacer, y el día señalado al lado de la columna, una estatua suya se inauguro.
En su pedestal, estas palabras escritas estaban.
" A nuestro mago benefactor, cuyo nombre nunca hemos sabido, esta estatua, olvidarte nunca nos dejara. Gracias, en nombre de la ciudad llamada Xanadu, por ti fundada".
El hombre ya mayor, sabia que su deber había cumplido, y un gozo de felicidad en su pecho entró, a los pies de la estatua cayó, y su alma bondadosa un nuevo viaje maravilloso inicio.

Dedico este relato  a las musa que por ellas esta noche fui visitado, y que nunca su favor pierda.

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