Manuel había sido el típico hijo de "papa", teniendo desde el mismo momento de su nacimiento, todo lo que una persona pueda desear, sin conocer sufrimiento, ni haber realizado un esfuerzo en su vida.
Había heredado una inmensa fortuna, dedicando su vida solo a disfrutar, pero esto le llegó a aburrir.
Llegó un momento en que nada le llenaba, y empezó a realizar nuevas experiencias, y a vivir al máximo como si cada día fuese el último de su vida. En este afán de experimentar al límite participó en una carrera ilegal de coches de alta gama y potentes, con gente que era como él, con el resultado que su perdió el control de su ferrari en una curva, saliéndose de la carretera, cayendo por la ladera de una colina, con su coche dando volteretas, hasta un impacto brutal al final de la escarpadura.
La consecuencia de este accidente, fue que quedo inválido, con un diagnóstico de que nunca volvería a andar, condenado a vivir en una silla de ruedas de por vida.
Cuando vio la realidad que le esperaba, entró en una fase de desesperación, y de mucha rabia, dándose cuenta que ni con su inmensa fortuna podría curarse, y tener una vida normal, y se dio cuenta del inmenso error y perdida de tiempo que había sido su vida.
-Si pudiese volver atrás, repetía continuamente.
Con el paso de los años, empezó a resignarse, e intentar encontrar un sentido a su vida malgastada, y a reconocer sus errores.
A partir de este momento de resignación, se preocupó por temas espirituales,leyó los Vedas hindues, , la biblia, y todo libro espiritual que caía en sus manos.
En esta nueva andadura, nuestro protagonista entró en contacto con organizaciones y personas dedicadas a labores, de ayuda a marginados, inmigrantes, refugiados, en pocas palabras, a los mas desfavorecidos, que nuestra sociedad, se niega a ver, y nuestros ojos ciegos a tantas injusticias.
Manuel se implicó a fondo con muchas de estas organizaciones, y con personas consagradas a la ayuda de los demás,sirviéndose de su fortuna para proyectos necesarios como hospitales en el tercer mundo, albergues para los sin techo, en nuestro país, y un largo etc, de donaciones y contribuciones que realizo.
Paradojicamente, en su invalidez experimento por primera vez el estar bien consigo mismo, hasta alcanzar lo que todo ser humano desea, la felicidad, gracias a la labor que realizaba de una manera tan altruista, y ver la sonrisa y la esperanza en los rostros de la gente, que gracias a él, y otras personas, al fin, tenían, un futuro.
Estando inmerso en esta labor, conoció a un reputado cirujano, que en sus vacaciones y cuando le permitía su tiempo libre, iba a operar a los lugares mas recónditos del mundo, realizando verdaderas proezas quirúrgicas, por la habilidad y la práctica que había adquirido.
Desde el primer momento en que se conocieron conectaron enseguida, y se forjó una gran amistad y complicidad,colaborando y formando un gran equipo
Un día, dicho cirujano, pidió tener una conversación muy importante con Manuel, en dicha entrevista le planteó a nuestro protagonista, que había descubierto una técnica quirúrgica, que serviría para operar la lesión de médula de Manuel, había riesgos, pero muchas probabilidades de éxito.
Manuel al principio fue reticente, al fin y al cabo él se sentía feliz, y el poder andar había pasado a un segundo plano. Pero fue tanta la insistencia de su amigo que al final acepto a someterse a la operación, y tratamiento posterior
El día de la operación el único pensamiento que tuvo, fue que pase lo mejor, pero para seguir con mi labor, resultando la intervención un éxito.
La rehabilitación fue muy dura, sufriendo, y pasando el tiempo muy despacio para él, hasta que consiguió dar el primer paso sólo, llegando al año de la operación a andar perfectamente.
El siguiente paso, era fortalecer la musculatura de sus piernas, y le aconsejaron que empezara a correr pequeñas distancias, e incrementarlas poco a poco.
A los dos años ya corría perfectamente, y cada mañana le relajaba correr unos kilómetros, antes de ir al lo que se había convertido su trabajo, una fundación para dar apoyo a toda aquella organización que se dedicará a paliar el sufrimiento, del tipo que fuera.
Un día que estaba corriendo, vio a un niño agarrado al alfeizar de la ventana, al que se había agarrado al resbalar de la silla, a la que se había subido, para mirar la calle, con tan mala suerte, que cayo hacia el hueco de la ventana abierta, agarrándose con las manos.
Al ver esta situación Manuel comenzó a correr como un loco, hacia la casa, porque vio que al niño le fallaban las fuerzas, realizando la carrera mas veloz de su vida, llegando justo debajo de la ventana, cuando el niño cayó, al fallarle por completo sus fuerzas.
Lo pudo coger a tiempo, salvándole de una muerte segura, sintiendo en este instante, que al fin había comprendido toda su vida, errores incluidos, su accidente, su operación, todo para llegar a este momento justo, haciendo lo que tenia que hacer , sin dudar.
"Nunca debe de abandonarse la esperanza y el servicio a los demás"
Antonio Lorenzo Frau Coll
Se lo dedico a mi padre que me enseño, el esfuerzo del trabajo.
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