Cuando salía con su papi, ella le encantaba estar con él, lo observaba, a veces lo veía con la mirada triste.
- Que le pasa a mi padre? como puedo ayudarlo? se preguntaba muchas veces.
Entonces ella hacía lo que podía para ayudarlo, darle todo su cariño, y estar el tiempo mayor posible con él.
Estaba luego su mami, que todo el tiempo estaba pendiente de nuestra protagonista, que cuidaba de que nada le faltara y todas sus necesidades cubiertas.
Eva sus momentos más felices, era cuando salia con sus padres, se sentía protegida, y sobre todo muy amada. Le encantaba verlos a los dos juntos, y la complicidad que había entre los dos, y el amor que se profesaban.
A todos los sitios que iban, Eva iba con ellos, contenta y se sentía la niña mas querida del mundo.
-Que feliz soy, pero me faltan amigos para jugar,porque no tengo amigos? Se acercan a mi, les caigo bien pero se van enseguida.
Esto la inquietaba, sentía que algo pasaba.
Hasta que un día se vio en un espejo, y lo descubrió, al principio se puso triste, pero luego reflexionó, y pensó en sus padres que la amaban con locura.
Porque lo que Eva descubrió es que no era una niña, sino una preciosa perrita de raza Yorkshire, que había nacido para dar amor a este matrimonio que no pudo tener hijos.
Desde entonces, nuestra perrita fue mas feliz, porque vio lo afortunada que era de ser tan querida, mas que muchos perros, y por desgracia muchos niños.
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